domingo, 17 de enero de 2016

No solo madres.

Las que no conciliamos (sic) porque sencillamente no tenemos ni tiempo para peinarnos, esperamos al domingo, en un hueco, después de preparar la comida de casi toda la semana, para escribir unas letras. Bueno es que hayan pasado ya unos días desde la polémica, porque así la reflexión es más tranquila, pero no por ello menos intensa.

Cada vez que leo o escucho algo sobre la conciliación de la vida laboral y familiar, se me caen las lágrimas. Empecemos partiendo del hecho de cuántas mujeres trabajan en este país, cuantas lo hacen y con qué jornada y cuantas de ellas han tenido la osadía de quedarse embarazadas y seguir trabajando. O intentándolo. Porque esa es otra señores y señoras,el 25%, a la calle. Vivimos en un país donde la crisis económica se ha cebado principalmente con las mujeres. Y donde los datos del paro y desempleo se ceban en las de siempre. Porque en todos los tramos de edad,  el paro de las mujeres supera al de los hombres y si no, vean los números del Instituto Nacional de Estadística. Y es que además,  no se si ustedes saben que los últimos tres meses de año, las señoras trabajamos gratis. El número de mujeres contratadas a tiempo parcial triplica al de hombres en la misma situación y además cobrando 85 euros menos al mes.

Con este panorama, las que tenemos la suerte de trabajar, ya solo la frase es terrible, pues yo tenía entendido que trabajar en un derecho, lo tenemos complicadillo. Y si no, piensen en cuantas mujeres de las que ustedes conocen tuvieron o tienen que escoger entre un trabajo precario y mal pagado o cuidar a sus vástagos...Y ahí vamos hilando con el otro quid de la cuestión. Cuando se vive en pareja, se escoge el sueldo del varón, obviamente si es que han leído lo que escribí más arriba. Así que las tareas de cuidado caen en las de siempre, la gran mayoría de las veces. Estando muy bien y mejor formadas, si queremos ser mamás no tenemos opción de conciliar, señores. No tenemos opción porque tampoco hay una red suficiente de escuelas 0/3 que permitan cubrir ese espacio de tiempo, a veces poco a veces mucho, del trabajo de las mujeres. Los horarios irracionales, tanto en los puestos de trabajo, como en el transporte público, como en la escuela, no dejan opción. Así que no me hablen de conciliar porque aquí lo que hacemos es sacrificar.
No me hablen de conciliar cuando aquí no se nombra para nada a los padres de las criaturas, que también pueden cuidar y criar. Y muchos lo hacen, los que pueden, ya que por los mismos motivos de horarios tremebundos que les decía antes, tampoco lo tienen fácil.

¿Y las familias monomarentales qué? Porque resulta que las familias donde solo hay un progenitor, en más de un 90% están encabezadas por una mujer. Y el riesgo de pobreza en estas familias está calculado en un 53%. Panorama desolador.
Panorama desolador porque la cuestión no es que una diputada que cobra 4000 euros y tiene escuela infantil en el trabajo, exhiba a su bebé en plena formación de la Mesa del Congreso, la cuestión son muchas otras. La cuestión es que viviendo en primera todo lo que le he contado antes, ver esa escena en la prensa, es como recibir una ostia en toda la cara.

Blanca Esther Aranda Rilo. Presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Progresistas de Asturias.

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