7 N y 8 y 9…
Entre
la tristeza y la furia, así nos movemos quienes cada día luchamos por la
igualdad. Ese término tan mal entendido, tan viciado por el desconocimiento y
que abarca tantas cosas. Entre ellas, el sufrimiento, el sentimiento de
abandono, de no pintar nada, de gritar al viento sin que nadie te escuche. ¿Cuántas
asesinadas van este año? ¿Cuántas mujeres
más tienen que ser asesinadas por sus maltratadores machistas para que en
este país, de una vez, haya un pacto de estado contra la violencia de género?
El
#7N será recordado como un día más de los muchos en los que las mujeres y
hombres de este país que sí tomamos conciencia de este gravísimo problema, nos
unimos para gritar basta. Y es que, señores: perdón, pero nos están matando.
Luego llegará el día 8, y el 9... Y todo
volverá a su cauce. Las noticias sobre mujeres que tienen la manía de fallecer
solas cuando sus parejas las asesinan o perfumarse con gasolina mientras sus
maridos las quieren quemar vivas, ocuparán las últimas páginas de los diarios,
los sitios pequeños al lado de las ofertas del supermercado o simplemente ni se
mencionarán. Esto va por modas. La moda anticultural y anestesiante que en este
país parece que impera ante un problema de toda la sociedad, que cada año mata a decenas de mujeres y que
importa lo poco que ocupa el espacio que nos dejan.
El
lema de la manifestación, Contra las Violencias Machistas, nos recuerda muy
bien la cantidad de formas que tiene el maltrato hacia las mujeres. Los
asesinatos son la punta del iceberg. Vivimos en una sociedad que tolera la
desigualdad, que resta credibilidad y autoridad a las mujeres. El machismo nos
desvaloriza y nos falta al respeto de nuestras decisiones. Y ojo, igualmente,
estas agresiones son inseparables de las que sufren las personas que no
responden a la masculinidad hegemónica.
Violencia
machista es recortar en los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
Violencia machista es limitar el acceso a la interrupción voluntaria del
embarazo en mujeres de 16 y 17 años. Violencia es recortar en los recursos que
se destinan a políticas públicas especializadas contra la violencia machista.
Por
todas, ¡basta ya!, ¡nos queremos vivas!
La
Federación de Asociaciones de Mujeres Progresistas de Asturias, apoya al
Movimiento Feminista y la marcha estatal 7N, Contra las violencias machistas.
Blanca
Esther Aranda Rilo, Presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres
Progresistas de Asturias.
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