viernes, 29 de enero de 2016

El cine español para adolescentes perpétúa la desiguadad de género


            

El cine español para adolescentes perpetúa la desigualdad de género

 
DiCYT | 25 enero 2016 13:24
<p>Cartel de una de las películas analizadas./ Cartelesdecine.com.</p>
Cartel de una de las películas analizadas./ Cartelesdecine.com.
Una investigación de la Universidad de Salamanca demuestra que las películas españolas contemporáneas dirigidas al público adolescente y protagonizadas por jóvenes reproducen una imagen de género desigual. El papel reservado para hombres y mujeres es muy diferente y contribuye a perpetuar viejos estereotipos que, según los expertos, están en la raíz de la violencia de género.
Entre los protagonistas predominan los varones, personajes activos con objetivos claros no solo en el terreno del amor, sino también en el terreno profesional. Por el contrario, la mujer se presenta como un objeto de conquista, sus metas se circunscriben al ámbito amoroso y actúan de forma pasiva, “no conquistan, sino que son conquistadas”, apunta  Beatriz González de Garay, profesora de sociología y comunicación.
“Es un momento en el que están configurando su identidad y los mensajes  sobre la distribución de roles tienen mucho más calado", dice González de Garay
Películas nacionales más taquilleras
El estudio revisó las películas nacionales más taquilleras de entre 2009 y 2014 y se centró en las que buscan espectadores adolescentes a través de actores muy jóvenes con los que se pueden identificar. “Es un momento en el que están configurando su identidad y los mensajes que se envían sobre la distribución de roles tienen mucho más calado”, agrega.
Los investigadores eligieron cuatro películas especialmente representativas para su análisis en profundidad:Fuga de cerebros (2009), Tres metros sobre el cielo (2010), Promoción fantasma (2012) y Perdona si te llamo amor (2014). Todas ellas se encuentran entre las 10 más vistas de sus respectivos años de estreno. Partiendo de estudios previos sobre la representación de género en medios audiovisuales, los autores de este trabajo, publicado en la Revista Latina de Comunicación Social, analizaron exhaustivamente los personajes y su comportamiento, que responde a clichés aparentemente ya superados por la sociedad actual.
De las películas analizadas, la que más variables de desigualdad de género cumple es Tres metros sobre el cielo, que además es la más vista. Esta historia presenta “la chica buena frente al malote, que la encandila”.
Uno de los aspectos que llama la atención es el ámbito de actuación de los protagonistas. “El hombre se mueve en el espacio público y la mujer en el doméstico. Incluso aquellas chicas que aparecen en el ámbito público, suelen hacerlo acompañadas”, apunta Carmen Álvarez, otra de las autoras de la investigación.
Por otra parte, aunque la presencia del sexo es constante en este tipo de filmes, también se aprecian diferencias en la forma de presentarlo. Actores como el popular Mario Casas, protagonista de algunas de estas películas, simplemente aparecen con el torso desnudo, mientras que las actrices se muestran más y las menciones a su cuerpo son abundantes y explícitas.
El amor como redención
Sin embargo, el asunto que los especialistas ven como más problemático es el mito del amor romántico y sus consecuencias. “La idea es que el enamoramiento lo puede todo y va a conseguir cambiar las actitudes del chico malo”, señalan las autoras. Esa “fantasía de redención” sirve para justificar comportamientos inaceptables: “Eres agresivo y me tratas mal, pero yo, como chica buena, te voy a cambiar a través del amor”.
Este tipo de relaciones asimétricas están en la raíz de la violencia de género, según los expertos. “Se naturaliza y se justifica el sacrificio, la renuncia a la libertad y el sufrimiento”, hasta el punto de que “parece que si él no manifiesta sus celos y deseos de control, es que no la quiere”.
El asunto que los especialistas ven como más problemático es el mito del amor romántico y sus consecuencias
Relacionar directamente las películas con las conductas que asumen los jóvenes puede parecer exagerado, reconoce Francisco Javier Frutos, otro de los miembros del Observatorio de Contenidos Audiovisuales de la Universidad de Salamanca. Sin embargo, hoy en día “el principal medio de socialización, por encima de la escuela y de las familias, son los medios de comunicación”.
Por eso, este grupo de investigación maneja el concepto de “dietas audiovisuales” por analogía con la alimentación. Si físicamente “eres lo que comes”, psicológicamente también “eres lo que consumes” en el sentido de que “los medios audiovisuales están marcando rasgos de actitudes y conductas”. A menudo se presupone que el espectador juzga y es crítico con lo que ve, pero no todos los públicos son iguales y los adolescentes pueden ser especialmente vulnerables.
Roles y estereotipos
Desde este punto de vista, se podría hablar de que algunas producciones son “dieta basura” porque “introducen elementos que la agenda social ya había desechado, hemos apostado por la igualdad y estas películas nos devuelven roles y estereotipos anteriores”.
Las razones por las que esto sucede pueden responder a muchos factores, aseguran los investigadores, pero en muchos casos parece que productores y guionistas estarían buscando un resultado a corto plazo con estrategias clásicas cuya efectividad ya está demostrada. Aun así, un mismo producto “se puede cargar con unos u otros valores” y aparentemente los profesionales del mundo audiovisual no son conscientes de sus implicaciones.

Referencia bibliográfica
C Álvarez-Hernández, B González de Garay-Domínguez, FJ Frutos-Esteban. “Representación de género. Las películas españolas contemporáneas de adolescentes (2009-2014)”. Revista Latina de Comunicación Social (2015), 70, pp. 934 a 960. DOI: 10.4185/RLCS-2015-1079
Zona geográfica: Castilla y León
Fuente: DiCYT

domingo, 17 de enero de 2016

No solo madres.

Las que no conciliamos (sic) porque sencillamente no tenemos ni tiempo para peinarnos, esperamos al domingo, en un hueco, después de preparar la comida de casi toda la semana, para escribir unas letras. Bueno es que hayan pasado ya unos días desde la polémica, porque así la reflexión es más tranquila, pero no por ello menos intensa.

Cada vez que leo o escucho algo sobre la conciliación de la vida laboral y familiar, se me caen las lágrimas. Empecemos partiendo del hecho de cuántas mujeres trabajan en este país, cuantas lo hacen y con qué jornada y cuantas de ellas han tenido la osadía de quedarse embarazadas y seguir trabajando. O intentándolo. Porque esa es otra señores y señoras,el 25%, a la calle. Vivimos en un país donde la crisis económica se ha cebado principalmente con las mujeres. Y donde los datos del paro y desempleo se ceban en las de siempre. Porque en todos los tramos de edad,  el paro de las mujeres supera al de los hombres y si no, vean los números del Instituto Nacional de Estadística. Y es que además,  no se si ustedes saben que los últimos tres meses de año, las señoras trabajamos gratis. El número de mujeres contratadas a tiempo parcial triplica al de hombres en la misma situación y además cobrando 85 euros menos al mes.

Con este panorama, las que tenemos la suerte de trabajar, ya solo la frase es terrible, pues yo tenía entendido que trabajar en un derecho, lo tenemos complicadillo. Y si no, piensen en cuantas mujeres de las que ustedes conocen tuvieron o tienen que escoger entre un trabajo precario y mal pagado o cuidar a sus vástagos...Y ahí vamos hilando con el otro quid de la cuestión. Cuando se vive en pareja, se escoge el sueldo del varón, obviamente si es que han leído lo que escribí más arriba. Así que las tareas de cuidado caen en las de siempre, la gran mayoría de las veces. Estando muy bien y mejor formadas, si queremos ser mamás no tenemos opción de conciliar, señores. No tenemos opción porque tampoco hay una red suficiente de escuelas 0/3 que permitan cubrir ese espacio de tiempo, a veces poco a veces mucho, del trabajo de las mujeres. Los horarios irracionales, tanto en los puestos de trabajo, como en el transporte público, como en la escuela, no dejan opción. Así que no me hablen de conciliar porque aquí lo que hacemos es sacrificar.
No me hablen de conciliar cuando aquí no se nombra para nada a los padres de las criaturas, que también pueden cuidar y criar. Y muchos lo hacen, los que pueden, ya que por los mismos motivos de horarios tremebundos que les decía antes, tampoco lo tienen fácil.

¿Y las familias monomarentales qué? Porque resulta que las familias donde solo hay un progenitor, en más de un 90% están encabezadas por una mujer. Y el riesgo de pobreza en estas familias está calculado en un 53%. Panorama desolador.
Panorama desolador porque la cuestión no es que una diputada que cobra 4000 euros y tiene escuela infantil en el trabajo, exhiba a su bebé en plena formación de la Mesa del Congreso, la cuestión son muchas otras. La cuestión es que viviendo en primera todo lo que le he contado antes, ver esa escena en la prensa, es como recibir una ostia en toda la cara.

Blanca Esther Aranda Rilo. Presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Progresistas de Asturias.